
En Buenos Aires apenas empieza el calor comienzan los problemas con la electricidad y aparecen pequeñas historias de las consecuencias de esa eterna crisis, hoy nos tocó a nosotros.
Hoy murió Dita Davidovich, una enfermera jubilada que trabajaba en un consultorio médico de barrio norte para completar su magra jubilación.
Dita trabajó muchos años en el hospital Durant como supervisora de enfermería y con 76 años, llevaba mucho tiempo como secretaria de un médico dermatólogo. El miércoles pasado, no había luz en el edificio donde trabajaba, (como viene pasando este último tiempo en incontables sitios de Buenos Aires). Al no poder utilizar el ascensor y por la escasa luz reinante, ella cayó por las escaleras. Estuvo en coma hasta hoy.
Dita era mi tía del corazón, ya que había estudiado enfermería con mi madre, en
Dita era la madrina de mi hija, la llamé el jueves para ir a visitarla, ya que ese día no trabajaba y le dejé un mensaje, sin saber que desde el día anterior luchaba por su vida en un sanatorio.
Yo debía volver a Canadá al día siguiente, y pensando que estaba de paseo, me despedí por el contestador y le dejé el obsequio a mi hijo para que se lo entregara cuando la viera.
No pude despedirme...y eso es algo que nos pasa y nos pasará a los que estamos lejos de nuestros afectos, por eso le brindo este homenaje virtual y un recuerdo querido que trasciende la distancia.
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