Lunes 10 décembre 2007
Alzheimer: el calvario de Madeleine
La Presse ( en françois)
El Alzheimer no es una enfermedad como las otras. Jean Grothé sabía eso. Durante cinco años, él a visto decaer a su madre antes sus ojos. Durante ese difícil período, él a fotografiado a Madeleine Grothé mostrando eso que las palabras no pueden expresar Alzheimer, un diario fotografico, una obra de apenas una cuarentena de páginas nos sumerge en el corazón de una enfermedad, las mas crueles para todos los miembros de la familia. Katia Gagnon cuenta.
Octubre de 1997.
" Mamá está en casa para cenar. Le propongo hacer unas fotos. ¡Como ella cambia! Ella, tan "correcta ", nunca habría sido tan traviesa antes. "
Pero la enfermedad y la muerte de Magdalena Grothé, como las hojas secas producen un humus rico, un manto fértil para los jóvenes árboles, dio vida a dos proyectos extraordinarios.
Un libro
" Septiembre de 1997. Debimos instalar a Mamá en una residencia. Le encontramos un dos hambientes bonito. Para ella, es una prisión: ella quiere salir, quiere ir a la casa de ella. Ella no comprende que se lo impidamos ", escribe el Sr. Grothé, al lado de una foto donde se ve a su madre, sentada sin sonreír delante de persianas verticales que se parecen, vistas en este contexto triste, a las rejas de una prisión.
De esta residencia coqueta y privada la Sra Grothé emigrará hacia el hospital, luego hacia un centro geriátrico, siempre acompañada de " este vacío que aumenta ", escribe su hijo. " Estas fotos, es toda nuestra historia. Todo nuestro drama ", resume simplemente Juan Grothé, de 65 años.
Una casa
Esta casa está en años de luz del centro de hospedaje clásico. Hay suelos de madera lustrada. La amada gran cocina donde los beneficiarios están bienvenidos. Un comedor amistoso. Un gran salón, cuyas ventanas dan sobre el parque, muy próximo. La gente puede disponer su habitación según su gusto. Y varios interventores están en su servicio. " No justo para darles cuidados, pero para hacerlos felices ", dice Mariette Chalifoux, directora de la residencia. En suma, en esta residencia muy particular, los enfermos están en su casa. Ellos no están en el hospital. Es toda la diferencia del mundo.
Construir gratuitamente
Abril de 2000. " La última foto que hice de ella. Mamá murió el 23 de noviembre de 2001. Su degeneración cruel habrá durado cinco años. " Foto Juan Grothé proporcionada por Les 400 coups |
Esta casa, que abrió sus puertas a principios de noviembre, es gracias al otro hijo de Sra Grothé que salió a la luz. Después de la enfermedad de su madre, Pedro Grothé, empresario lavallois, decidió que levantaría una apuesta loca: erigir gratuitamente esta casa consagrada a los enfermos, a quienes reclamaba desde hace años
Sr. Grothé se transformó pues en mediador. Él se puso en contacto con todos los empresarios de Laval. Excavadoras, fabricantes de baños, de picaportes... Y él tenía juantado: material, obreros, fondos. " Yo era buscador en jefe ", dice él sonriendo.
Cerca de 170 empresas se embarcaron. Después de nueve meses de plazo, los trabajos comenzaron. Total del presupuesto: casi dos millones y medio de dólares canadienses. Un año después del comienzo de la obra, los primeros beneficiarios entraron a la residencia. Pedro Grothé había ganado su apuesta.